Este verano ha sido un poco igual al de
todos... al acabar aquel perfecto día de agua que hicimos en el
colegio, en el que lo pasamos ¡¡¡BOMBAA!!! justo en el instante en
el que salí del colegio, comencé a disfrutar de lo que sería mi
verano. Al principio, quedábamos todos los días para ir a la playa
los de nuestra clase, aquellos días fueron ESPECTACULARES, en el que
no había problemas, estudios o cualquier otra cosa que nos hiciera
preocuparnos. Pero a medida que fue pasando el verano, quedábamos
menos, se podía decir que ya estábamos un poco hartos de playa. A
medio verano, llegó una amiga mía de Sevilla, y con ella quedábamos
para la pizzería, por la tarde a la playa, etc. También fuimos al
Aqualand, y pasamos un día DIVINO, pero, sin darnos cuenta, ya era
vísperas de la Virgen de Regla, para que las cuales, también
quedamos para estar por la feria y, la semana antes de empezar el
colegio, me fui de viaje a Almuñecar, a Playacálida, en el que pasé
una semana que nunca olvidaré. Y...llegó el 15 de septiembre, y con
él, la vuelta al cole, pero con el pensamiento de sacar un buen
curso y de que llegue otra vez el ¡¡¡VERANOO!!!