TODO OCURRIÓ UN 13 DE MAYO...

Me levanté como todos los días a las 7:30, aunque un poco más nerviosa, preparé mi maleta con todo lo que me iba a hacer falta para el viaje, y las 8:15, me dirigí para el colegio. Una vez allí, todos comentamos como nos íbamos a plantear, y como estábamos, había unos cuantos que tenían un poco de miedo, porque era martes 13, día de la mala suerte, pero al final, todo salió de las mil maravillas. Después de entrar en clase y rezar un Padrenuestro, fuimos para el autobús, del que salimos a las 8:45. Para la ida, paramos una vez para estirar un poco las piernas. Sobre las 11:45 llegamos a Aracena, tuvimos que andar un poco, y allí nos esperaba un tren turístico, en el que nos montamos y dimos un paseo, viendo museos, el castillo, edificios antiguos, etc. Cuando acabamos el paseo, nos quedamos a la entrada de las grutas de las maravillas, viendo tiendas de souvenires y cosas típicas de allí, hasta que nos tocara entrar. Llegó la 13:00, y entramos todos con dos compañeros nuestros de 2º, las cuevas tenían en total 1km 200m, y llegamos hasta los 100 metros de profundidad, aquello era PRECIOSO, había piedras de todo los tipos, estalactitas y estalagmitas, el suelo estaba muy húmedo y resbalaba mucho. La guía nos comentó que había una serie de piedras que no podíamos tocar, porque con la grasa de la piel, se volverían negras y el agua no podría pasar. Para mí, particularmente, hubo una sala que me encantó, se llamaba Cristalería de Dios, era espectacular. El recorrido de nosotros terminó a las 14:00, esperamos medio hora más a que saliera el otro grupo, fuimos a comprar las latas de bebidas, y nos pusimos a comer a la sombrita. Cuando comimos, nos dirigimos para arriba, al castillo, nos costó muchísimo subir, se hacía super pesado a la solana subir cuesta arriba, pero al final LLEGAMOS, entramos en un convento que estaba en penumbras, nos compramos un helado, y nos fuimos otra vez para abajo. Cuando llegamos, entramos en un centro de interpretación, donde vimos minerales, y cosas típicas de allí, y todo lo bueno tiene un final, llegó la hora de irnos, fuimos andando hacia el autobús, y empezamos la vuelta a las 17:30, en principio, para la vuelta no íbamos a parar, pero convencimos a los maestros, y al final sí, paramos para merendar. Llegamos a las 20:30, ya sí, este fue nuestro final, pero ver a mi hermana corriendo hacia mí para abrazarme, lo quita todo :)